lunes, 21 de abril de 2008

CARTA ABIERTA A UN GRAN COMPAÑERO Y MEJOR AMIGO

Querido Antonio:

En estos duros momentos, en los que lamentablemente ya no estás con nosotros, siento la necesidad de escribirte esta carta para mitigar el dolor que me produce tu trágica desaparición

Una vez más, la vida ha vuelto a mostrar su cara más injusta separándote bruscamente de todos nosotros y causándonos un profundo dolor.

Han sido dos intensos años trabajando contigo, y he tenido el privilegio de compartir momentos y situaciones en las que siempre ha existido toda la complicidad necesaria para desarrollar el trabajo de la mejor manera posible.

Cuando te he necesitado, has acudido de inmediato aportando soluciones a mil problemas y procurando conseguir los mejores resultados para el colectivo, sin pensar nunca en obtener provecho personal.

Siempre has mostrado absoluta disponibilidad y has hecho gala en todo momento de la gran calidad humana que te caracterizó siempre. Serían necesarias más personas como tú para conseguir que esta sociedad fuera mejor.

Te has ido demasiado pronto, pero tu ausencia física ha dejado paso a un recuerdo imborrable que vive y vivirá siempre en todas las personas que hemos tenido la grata oportunidad de conocerte.

Acordándome de ti, no quisiera pasar por alto un emocionado recuerdo de José Manuel, del mismo modo quisiera transmitir nuestros deseos de pronta recuperación para José García y Ángel Gómez.

Descansa en Paz amigo mío, con la seguridad de que velaré por los tuyos.


IRENEO GIL ALONSO.